Cartagena de Indias, sábado 23 de julio de 2021. Mediante Resolución 1121 de 23 de julio de 2001, hace ya 21 años, el Ministerio de Cultura declaró Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional al Convento San Diego, sede actual de la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, Unibac.
La declaratoria de un bien material como Bien de Interés Cultural es el acto administrativo mediante el cual, las autoridades competentes determinan que un bien o manifestación del patrimonio cultural de la Nación queda cobijado por el Régimen Especial de Protección contemplado en la Ley. Para declarar un bien de interés cultural del ámbito nacional éste debe contener todos o algunos de valores de orden histórico, estético o simbólico, los cuales contendrán los criterios de valoración que se basan en la antigüedad, autenticidad, constitución, forma, estado de conservación, contexto ambiental, contexto urbano, contexto físico, representatividad y contextualización sociocultural del mismo.
Esta edificación hace parte del patrimonio cultural colombiano. Estos bienes pertenecen a la Nación y está bajo la protección del Estado, siendo de carácter inalienables, inembargables e imprescriptibles.
La iniciativa de elevar esta solicitud ante el Ministerio de Cultura fue gracias a la gestión decidida de la rectora Sacra Náder David, quien en julio de 2001 logra que se escriture el Convento de San Diego a nombre de la entonces Escuela Superior de Bellas Artes Cartagena de Indias, justo meses después de haber logrado que a Bellas Artes lo aprobaran como Institución de Educación Superior, y es este mismo mes, como un logro de la administración impecable de Náder David , el convento es declarado Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional.
El Convento San Diego está dotado de una arquitectura colonial religiosa, conserva todos sus detalles coloniales y lleva implícita su representatividad cultural tanto para el contexto departamental, como nacional. Es, por tanto, referente importante en el ámbito cultural, artístico y académico del país.
El Convento e Iglesia de San Diego son el hogar de Unibac desde finales de 1976, año en el cual es cedido por el presidente de la Academia de la Historia de Cartagena de Indias, Eduardo Lemaitre, con la anuencia del Gobernador Augusto de Pombo Pareja, para el funcionamiento de Bellas Artes, sin embargo, solo se logró obtener la propiedad del mismo en julio de 2001; y la del lote adjunto, antiguo cementerio, en diciembre de 2007, donde se encuentra hoy el Edificio Contemporáneo.
Al Convento San Diego el tiempo lo ha llevado a ser en un aliado de la cultura de la ciudad de Cartagena de Indias. Lo convirtió en una salvaguarda de la historia, de las artes y de los sueños de cada uno de los estudiantes que construyen su futuro día a día en Unibac.
Para conocer un poco de sus 414 años de historia, se resalta los siguientes hitos históricos.
El Convento de San Diego fue fundado en 1608 y terminado de construir aproximadamente en 1625, gracias en parte a los esfuerzos del capitán Jorge Fernández Gramajo. Fue sede de los franciscanos descalzos hasta 1821, año en que se decreta su supresión, pasó a tener diversos usos: primero Escuela Náutica (1824-1833), posteriormente cárcel o centro de confinamiento (1833-1965), y después unidad psiquiátrica, (1969-1976), hasta cuando los pacientes psiquiátricos son trasladados al Hospital San Pablo; y ese mismo año, se cede el convento y su lote posterior para el funcionamiento de Bellas Artes, con el aval del Gobernador Augusto de Pombo Pareja e iniciativa de Eduardo Lemaitre Román. En 1996 se traslada el Instituto Musical que hasta ese momento mantenía actividades en la calle San Juan de Dios.
Existieron 2 contratos de comodato que cedían en préstamo de uso, el Convento y el lote posterior a Bellas Artes, pero tales actos nunca fueron protocolizados, y se encontraban vencidos. No es sino hasta julio de 2001, que bajo la rectoría de Sacra Náder David, se escritura el Convento de San Diego a nombre de la entonces Escuela Superior de Bellas Artes Cartagena de Indias. Bajo esta misma administración, y en el mismo mes, además, la rectora logra la Declaratoria del Convento de San Diego como Bien de Interés Cultural de Ámbito Nacional, por parte Ministerio de Cultura.
Continuando con el resurgimiento y consolidación, el 28 de diciembre de 2007, luego de un largo lobby ante el gobernador Libardo Simancas, y el gerente liquidador de la Industria Licorera de Bolívar, Luis Lora Sfer, se logra que la cesión del lote posterior en donación gratuita, a Escuela Superior de Bellas Artes.
El edificio ha recibido tres grandes intervenciones, la primera, posterior a la explosión de la planta eléctrica ubicada en la antigua huerta del Convento en 1895. La explosión arruina la fachada colonial y parte de la estructura de la iglesia, y es ahí cuando, en 1905, Luis Felipe Jaspe interviene el edificio dándole un aspecto neogótico. Posteriormente, en 1984 se realiza la segunda intervención a manos de la firma de Alberto Samudio T. & Cía. Ltda., devolviéndole al edificio su aspecto original. Por último, desde el año 2008, gracias a haber logrado la escrituración del antiguo cementerio, la rectora Sacra Náder David, encarga al arquitecto Jaime Correa Vélez la elaboración del proyecto de construcción de un edificio contemporáneo en dicha zona. Se hacen las obras de consolidación, se construye el mezanine, el sótano, el segundo y tercer piso, las terrazas Eduardo Lemaitre y La Huerta, y el Mirador de San Diego, así como obras complementarias y una nueva batería sanitaria.
En 2016 son restaurados el 100% de las cubiertas del convento que se encontraban en total deterioro. El proyecto de intervención permitió modernizar las instalaciones y adecuarlas aún más a su función artística y pedagógica, para beneficio de toda la comunidad académica de la región y del país.
Con la propiedad de ambos lotes y la Declaratoria de Monumento Nacional, se logra ahuyentar para siempre el fantasma del desalojo que por más de un siglo acechó a Bellas Artes; hoy con 6 carreras profesionales, la acreditación de alta calidad de Música, se consolidad su importancia y primacía en la región.
Después de conocer esta importante historia sobre el Convento de San Diego y de Unibac, podremos valorar y apreciar el patrimonio cultural que poseemos, esto nos ayuda a definir el sentido de pertenencia e identidad. Resguardar este legado histórico hace que las próximas generaciones puedan construir un futuro con fundamento, partiendo de los orígenes. Nuestro patrimonio histórico juega un papel fundamental para hacernos entender el pasado y es ahí donde radica su valor, por ello su protección es vital, se trata de las raíces que sostienen a la humanidad, aquellos elementos sobre los que se construye la identidad de los pueblos, un legado que ayuda a entender muchos sucesos del presente y a abonar el camino para construir un futuro cargado de historia, por eso su preservación dependerá que sigan vivos para las nuevas generaciones. Sin tener un conocimiento de que es lo que ha pasado en nuestra historia, obviamente las futuras generaciones emprenderán caminos a tantas y a ciegas, por tanto, el conocer nuestra historia nos permite crear un nuevo futuro.
¡Unibac, calidad que trasciende!